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Los Ángeles, Nueva York, Venecia, Roma, París, Las Vegas, Pisa, Londres, San Francisco...esos y otro tantos de miles de lugares a los que todo el mundo quiere viajar. Esa gente que desea montarse en un avión y viajar al fin del mundo, sea sólo, con sus amigos, con su pareja, da igual, lo único que importa es perderse en un lugar y disfrutar, sobretodo disfrutar. Viajar, viajar y viajar. Simplemente aterrizar y visitar cada rincón del mundo, sin preocuparte de lo que piensen los demás, reírte de ti misma y comprar en cada tienda por la que pases. Simplemente pide eso, dar la vuelta al mundo. Mucha gente, muchos sueños y pocos cumplidos.

Amsterdam.

Amsterdam es una ciudad no excesivamente grande, marcada por su estructura de canales concéntricos y las pintorescas vistas que de ellos se tienen desde cada puente o rincón de la ciudad. Amsterdam es una ciudad para disfrutar a pies o en bicicleta, tranquila, limpia y civilizada; caracterizada por la tolerancia de sus habitantes y el clima de libertas que hace de Amsterdam una ciudad joven y abierta.
La ciudad de Amsterdam combina la belleza y la tranquilidad con la cultura, el ocio y la vida nocturna. Amsterdam alberga dos de las grandes pinacotecas europeas: el Rikjsmuseum y el museo Van Gogh, que harán las delicias de los aficcionados al arte. Para quién prefiera la vida nocturna, Amterdam presenta también una cara divertida y animada, que va mucho más allá de los tópicos coffe-shops o el Barrio Rojo, tan extendidos cuando se piensa sobre ella.